Psicología Online

Falsos mitos sobre la terapia online

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Falsos mitos sobre la terapia online

La terapia online es una modalidad que resulta también eficaz para el tratamiento de diversas enfermedades emocionales, como la ansiedad, la depresión o el estrés.

Las ventajas que ofrece son muchas, tanto para los propios profesionales del ámbito de la psicología como para los pacientes, que encuentran en esta modalidad un medio de recibir tratamiento a su problema de manera cómoda. Aun así, hay personas que todavía desconfían de la terapia online basándose en creencias erróneas o prejuicios.

Por eso, en Divan queremos hablar de los falsos mitos que rodean a la terapia online para poder desmontarlos. De este modo, pondremos sobre la mesa las ventajas de hacer terapia de manera virtual y las leyendas urbanas que muchas veces acompañan a este modo de prestar tratamiento psicológico.

La terapia online no soluciona los problemas mentales

Como la terapia presencial, la terapia online aspira a conseguir proporcionar herramientas al paciente para que este conozca mejor cómo funciona su mente, aprenda a valorar aquello que es realmente importante, potencie sus habilidades y consigue controlar o superar su trastorno mental. Así pues, en ambos casos, se persiguen los mismos objetivos, con la única salvedad de que en el caso de una consulta física el paciente acude presencialmente a ella y en una online mantiene contacto con el psicólogo por medio de un canal virtual. En ambos procesos la relación es cercana, directa y atenta, ya sea frente a una mesa, ya sea frente a una pantalla de ordenador o de una tableta.

La terapia online es un procedimiento detrás del cual se esconden personas formadas que prestan un servicio de atención individualizada, cómodo y rápido. A pesar de ello, no todos los problemas tienen una solución rápida; algunos exigen un tratamiento más prolongado que exige mayor tiempo de terapia. Pero es lo mismo que cuando estás recuperándote de una operación o estás tratándote una rotura de hueso: la propia evolución y la rehabilitación son las que dirigirán el tiempo y los resultados, ya que no todos los pacientes evolucionan igual y pueden surgir problemas que exigirán de más tiempo de recuperación para poder disfrutar de la movilidad y del ritmo de vida de los que presumíamos antes.

Con la psicología ocurre lo mismo: algunas personas asisten durante varias sesiones a consulta y esperan que estas sirvan para curar su problema, pero ello no es tan simple, pues no todo es tan sencillo ni lineal: pueden surgir complicaciones, elementos que igualmente condicionan su trastorno y que prolongan el tratamiento… En definitiva, en el ámbito de la salud mental cada sujeto muestra una evolución diferente que exigirá de un tiempo de tratamiento distinto, como en cualquier afección relacionada con la salud física. Si este problema persigue a los psicólogos, en el caso de la terapia online se agrava más, pues se achaca a que el tratamiento virtual no funciona para conseguir la estabilidad emocional de las personas. Y ello no es verdad. Algunos problemas pueden exigir compatibilizar terapia presencial con terapia online; otros, en cambio, pueden solventarse con terapia virtual. Y sí, se consiguen resultados positivos, pero, como todo, el tratamiento lleva su tiempo, que el paciente se involucre y tenga deseos de cambiar, es decir, de solucionar su problema y superarlo, y que entre ambos, entre paciente y psicólogo, se cree una relación especial que favorezca dicha recuperación.

Por tanto, la terapia online es igual de eficaz que la presencial para el tratamiento de determinadas alteraciones emocionales, como estrés o ansiedad, y ayuda a la terapia presencial en otras. Decir que no funciona es como decir que el método científico como tal no funciona, pues, no nos olvidemos, los psicólogos se basan en principios científicos para valorar y aplicar sus tratamientos, igual que lo pueda hacer un traumatólogo, pues son profesionales especializados en el conocimiento de la mente humana y de su relación con nuestra vida, nuestros hábitos, nuestras costumbres, nuestros pensamientos y nuestras emociones.

La terapia online proporciona un tratamiento general

Cada trastorno emocional es único, es decir, está originado por unas causas personales que obligan a individualizar tanto el diagnóstico como el propio tratamiento que se recibe, ya sea de manera presencial, ya sea a través de una plataforma online. Algunas personas piensan que precisamente por ello, la implicación del psicólogo es menor y el grado de personalización también. Razón por la cual, para ellos, las herramientas que se ofrecerán a los pacientes para superar sus problemas serán siempre generales y no se adaptarán a las necesidades ni peculiaridades de cada caso o de cada paciente.

Esto es completamente falso. Durante las primeras sesiones el psicólogo planteará una serie de preguntas al sujeto para conocer su problema, desde cuándo lo sufre, cuál cree él que puede ser la causa… Además, preguntará otras cuestiones que pueden estar relacionadas con el mismo, como su estilo de vida, sus rutinas, si toma alguna sustancia tóxica, si ha perdido a algún ser importante, sus miedos, etc. Según toda esta información, establecerá una primera aproximación al paciente para poder comenzar la terapia.

Conforme el tratamiento avance, irá conociendo más a la persona, profundizando en otros problemas o en otros elementos que pueden incidir en su dolencia, lo que irá determinando la evolución de la propia terapia. De este modo, como en el caso de la terapia presencial, la terapia online es un tratamiento individualizado en el que el profesional de la salud mental brindará soporte emocional a esa persona según sus propias necesidades. Se trata, como de cualquier tratamiento, de un método personalizado, adaptado a cada persona de manera singular.

Acudir a terapia online es como leer un artículo en un blog

Este es otro falso mito que acompaña a la terapia online, porque hay personas que se creen que con leer los artículos publicados en blogs o páginas webs sobre trastornos mentales es suficiente para conocer su problema y saber cómo solucionarlo. Y ello es sumamente peligroso, porque, como hemos comentado en el punto anterior, cada persona es única y, por tanto, cada trastorno debe ser tratado de manera individualizada para que el método que se ofrece resulte efectivo para el paciente.

Primero, porque el autodiagnóstico es malo en todos los ámbitos, sobre todo en el sanitario y mental. Hemos de tener presente que los profesionales que atienden a pacientes con problemas de salud y estabilidad mental han estudiado una carrera y están plenamente formados para ofrecer un tratamiento adecuado que va mucho más allá que un simple artículo generalista en un blog. Por tanto, podrán determinar si esa persona realmente presenta ese problema, cuál es su gravedad, cuál puede ser el origen, cómo conseguir que lo supere…

Segundo, porque lo que se suele publicar son cuestiones puntuales o generales, en ningún caso el desarrollo de una terapia concreta que ha de ser personalizada. Pongamos un ejemplo: la terapia cognitiva conductual es muy eficaz, pero hay pacientes en los que puede ser más acertado comenzar o abarcar el trastorno desde otra perspectiva. Y es aquí donde entra la profesionalidad del psicólogo y donde no llega el artículo que hemos leído en el blog. Puede ser que un sujeto crea tener alguna fobia y piensa que con lo que acaba de leer podrá ponerle punto final a su problema. Ello no es cierto: la valoración del terapeuta permitirá conocer qué es lo que realmente le pasa y ver de qué modo puede ser más factible tratar a esa persona, ya que lo que funciona para uno puede no funcionar para otro paciente.

Y tercero, porque en un artículo de un blog no se suele profundizar en casos concretos ni en aspectos determinados de la terapia que únicamente atañen al psicólogo y al propio tratamiento en sí. Además, puede haber errores de interpretación o hechos que no siempre son lo que parecen. De este modo, leer un artículo en un blog de un gabinete de psicología no es lo mismo que acudir al psicólogo, como tampoco lo es leer un artículo sobre cáncer y tratarse con un médico. No es lo mismo, nunca será lo mismo. De ahí que no se pueda comparar.

El terapeuta se encarga de brindar solo consejos; no es un tratamiento en sí mismo

Esta creencia está relacionada con los dos falsos mitos anteriores: si nos tomamos al pie de la letra lo que aparece publicado en un blog sobre psicología o en una página web para autodiagnosticarnos y tratar nuestro problema, es posible que notemos cierta mejoría, pero el trastorno está ahí, sin conocer a ciencia cierta si es realmente ese el problema y si es el único que presenta esa persona. Porque, como ya hemos indicado, un artículo de un blog sí puede contener consejos, pero no un tratamiento emocional programado por un psicólogo, donde hay detrás un método científico de valoración y de estudio de la mente humana para poder ofrecer mecanismos de actuación que buscan la superación personal y la estabilidad mental. Por tanto, lo que un psicólogo que presta terapia online ofrece a un paciente no son consejos, sino un tratamiento especializado amparado en un método científico y reconocido por el ámbito internacional que ampara a estos profesionales.

Por si todo ello no fuera suficiente, no nos olvidemos que el psicólogo no le da al paciente un documento elaborado en Word con una serie de puntos a seguir. Detrás de un tratamiento emocional, ya sea presencial u online, hay una terapia seria con una vigilancia especializada y un seguimiento profesional por parte del psicólogo; hay un contacto, una serie de sesiones en las que se escucha, comprende, analiza y observa al paciente, una atención y unas revisiones. Como cualquier método científico, como cualquier tratamiento de salud física. Afirmar esto es como afirmar que un médico solo brinda consejos para que superes un cáncer, y eso, como todos sabemos, es completamente falso.

No olvidemos, hay que insistir en ello, que la terapia online es exactamente igual que la presencial, con la salvedad de que tiene lugar en un entorno virtual —que conlleva muchas ventajas—; por tanto, afirmar que un terapeuta que brinda atención online solo ofrece consejos a sus pacientes es como decir que cualquier psicólogo da solo consejos, y eso, como en el caso de un médico, es mentira. Basta con acudir a algunas sesiones para darse cuenta de cómo funciona una terapia emocional y del trabajo e implicación de estos profesionales para conseguir que sus pacientes obtengan una salud mental plena y completa. Igual que cualquier otro especialista en salud. Y es que comparar el trabajo que realizan estos especialistas en el funcionamiento de la mente con aquellos especializados en el funcionamiento del cuerpo nos parece sumamente acertado para que las personas comprendan el grado de formación, compromiso, implicación, seriedad y profesionalidad que atañen a ambos colectivos, sobre todo cuando el de los psicólogos está siendo cuestionado continuamente.

Hablar con un terapeuta online es como contar tus problemas en un foro

Obviamente no es lo mismo. Por supuesto, contar nuestros problemas en un foro especializado en psicología puede ser de ayuda en muchos aspectos: sirve para darnos cuenta de que hay más personas que tienen el mismo problema que nosotros, para conocer cómo evolucionan esas otras personas, para saber que la mayoría lo supera y recupera su vida, para no encontrarnos solos —recordemos que la sociedad tiene muy estigmatizada a las personas que buscan y reciben tratamiento psicológico, las cuales, a menudo, sienten soledad, incomprensión y rechazo— y, por qué no, para desahogarnos, puesto que ese es el objetivo de contar nuestros problemas a los demás: desahogarnos, echar aquello que nos carcome por dentro, esas inquietudes que pensamos que solo son nuestras. En estos entornos suele producirse una ola de solidaridad que es muy beneficiosa para los pacientes, pero no se recibe atención profesional para tratar cada caso, es decir, no se cuenta con asistencia psicológica para poder superar ese problema que les atenaza.

Así pues, comparar lo que se vierte en un foro y las muestras de cariño que se reciben con un tratamiento online es como comparar consejos para peinados de boda en un foro especializado en este tipo de celebraciones y el servicio que puede desempeñar un peluquero o estilista. Somos conscientes de que la situación que hemos planteado es surrealista, pero pensamos que también es surrealista pensar que un foro de psicología podrá brindarnos las herramientas que necesitamos para afrontar nuestro problema y tratarlo como se merece. Porque, y volvemos a insistir en ello, la terapia online no consiste solo en contarle al profesional lo que te sucede, desahogarte con él, que también, sino que requiere de ejercicios, de análisis por parte del profesional, de evaluaciones… Lo que se establece es, al fin y al cabo, una relación entre especialista en salud mental y paciente, y eso nada tiene que ver con contar nuestros problemas en un foro.

La terapia online funciona, por tanto, igual que una realizada en la consulta del propio psicólogo, con la excepción de que la primera conlleva una serie de ventajas que deben tenerse en cuenta:

  • La terapia en un entorno virtual acerca la psicología a todos los rincones del planeta, con independencia de que el paciente se encuentre en un país o en una región apartada del mundo y el profesional se localice en otro lugar distinto y distante del primero.
  • La terapia online hace posible que personas con horarios complicados o responsabilidades familiares puedan recibir la asistencia emocional que necesitan para paliar su problema sin desplazamientos y sin buscar huecos imposibles en la agenda.
  • La terapia online es sumamente útil en casos de pacientes con problemas para salir de casa (fobias) o que presentan una reducción de movilidad que imposibilita acudir a consulta (minusvalía, recuperación después de una operación, enfermedad…).
  • El tratamiento online evita atascos y desplazamientos, pues el paciente puede recibirlo a cabo en la comodidad de su domicilio.

A tenor de todo lo anterior podemos afirmar que la terapia online es un modo de tratamiento eficaz, serio, responsable, profesional y científico que muchos psicólogos ofrecen a sus pacientes para el tratamiento de sus problemas emocionales, y que, por tanto, no son ciertos los rumores, prejuicios o falsos mitos que muchas veces acompañan a los tratamientos realizados en un entorno virtual, donde el mecanismo de trabajo y de actuación, donde la interacción que se produce entre profesional y paciente, es igual que la que existe en una consulta física, ya sea con un psicólogo, ya sea con otro especialista dedicado a la salud. Así pues, ¿por qué no otorgarle la importancia que tiene y se merece?

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